9 tips para desarrollar tu carisma

¿Te gustaría tener la capacidad de atraer, cautivar e influir en las personas que te rodean?

Esto se llama carisma y la buena noticia es que, ¡tu puedes serlo!

En este artículo quiero compartir contigo una clave práctica y valiosa que podrás entrenar desde ahora y así elevar tu carisma.

Carisma

Seamos sinceras, ¿a quién no le gustaría ser percibida como carismática?

Y antes de que digas «ya pero yo no tengo carisma…»  ¡STOP!

Aclaremos el gran mito sobre ser una mujer carismática.

Porque si estás pensando en que ser carismática es algo que poseen las celebridades o las mujeres extrovertidas (y las imaginas haciendo bromas mientras encantan a los demás en una fiesta), quiero decirte que eso es un mito.

Porque no importa cuan introvertida, extrovertida, atractiva o cuántas bromas tengas bajo la manga. Esta habilidad que hace a alguien «inolvidable» …

¡Es una habilidad que puedes aprender!

 

Y es que las mujeres con habilidades sociales y de liderazgo tienen una personalidad carismática ya que, proyectan una cercanía y competencia que involucra e influye en los demás.

Quiero que sepas que tú también puedes ser carismática. Y si consigues desarrollar tu carisma puedes persuadir a otros a través de tu autoconfianza, cercanía y atención plena hacia la otra persona.

Carismática

Sin mas rodeo te explicaré en detalle como adquirir una de las principales características que tiene una mujer carismática.

Me refiero a la escucha activa.

Suena simple, pero no lo es tanto. Y si lo pones en práctica te sorprenderás de los resultados que puedes conseguir.

Si desarrollas tu carisma serás capaz de involucrar a los demás a través del arte de escuchar.

Escuchando atentamente cada una de sus palabras, haciéndolas sentir como si fueran la única persona del lugar o al menos, la persona más importante y especial para ti en ese momento.

¿Estás lista para conocer como desarrollar tu carisma?

9 tips de escucha activa para desarrollar tu carisma

Escucha activa

1. Escucha con tu cuerpo. Adopta una postura corporal que muestre interés genuino. Intenta inclinarte hacia ella levemente con un lenguaje corporal abierto (sin cruzar tus manos o piernas)  y mantén el contacto visual.

2. Escucha el lenguaje corporal de la otra persona. No es solo lo que te dice sino como lo dice. Presta atención a sus expresiones faciales, tono de voz y a los gestos con sus manos. Si la persona se muestra a la defensiva mantén tu lenguaje corporal abierto y cercano.

3. No interrumpas. Esta es una regla de oro. Interrumpir sugiere una falta de respeto y deja claro que no estás escuchando.

4. Escucha sin juicio. No asumas lo que la otra persona va a decir. Si ves que te surge alguna emoción mientras escuchas, se consciente de ella sin dejar que tus juicios intervengan en la conversación.

5. Escucha con atención. Evita la practica de pensar en lo que dirás después de que la persona termine su idea. No puedes hacer las dos cosas a la vez. 

6. Demuestra que estás escuchando. Puedes hacerlo asintiendo con la cabeza, sonriendo o haciendo sonidos como “aha” “hmm” o “ya veo”. Ten tu móvil y ordenador apagados o en silencio y enfócate en la persona que tienes delante.

7. No des consejos que no te han solicitado. Escuchar activamente no incluye aconsejar u opinar, sino brindar un espacio para que la otra persona hable y encuentre solución. Si en la conversación la persona te pide un consejo, ofrécelo. Si no te lo ha pedido y tienes la confianza para hacerlo pregúntale: «¿te importa si te doy mi opinión o sugerencia?»

8. Haz preguntas para verificar si has comprendido. Cuando lo haces, la persona se sentirá escuchada y valorada, además de que te permite estar enfocada en la conversación. Algunos ejemplos para hacerlo son: “¿quieres decir que…? ¿cómo te sentiste en aquella situación?

9. Reflexiona y resume. Reflexionar y resumir lo que has escuchado muestra que has estado escuchando y ayuda a contrarrestar cualquier malentendido. Puedes intentar decir: «Entonces, lo que creo que estás diciendo es [esto], ¿es así?» o «Parece que estás diciendo que…».

Espero que estos 9 tips te ayuden a elevar tu confianza y a desarrollar tu carisma.

Y si quieres convertir tu mejor versión en realidad, agenda una sesión gratuita conmigo para decirte como.

Con cariño,

Else

 

 

PD: Si quieres aprender más sobre el carisma te recomiendo el libro The Charisma Myth, donde Olivia Fox explica que, al contrario de lo que puedas creer, es mucho más importante ser una oyente carismática que una oradora carismática.

Como sentirte más confiada [y capaz en tus interacciones personales]

Vamos a derribar un gran mito sobre la autoconfianza.

El mito es que “la tienes o no la tienes”.

Lo cierto es que la autoconfianza es una habilidad que puedes desarrollar. 

Y es que si aumentas tu confianza te será más fácil ampliar tus oportunidades, ya sea superando con éxito una entrevista de trabajo, expongas bien un tema, ejerzas un buen liderazgo o que consigas que tus proyectos e ideas sean reconocidos por los demás.

Mi misión es que mis clientas logren verse y sentirse más confiadas y seguras al relacionarse con los demás.  

Y hoy quiero compartir contigo 7 tips simples y prácticos que te permitirán elevar tu autoconfianza.

¿Preparada?

1. Proyecta confianza

Comencemos por lo que se ve, y no hablo de tu estilo, sino de tu lenguaje corporal.

Cuando entras a un restaurante, tu oficina o a un networking, ¿dirías que te ves como una mujer confiada?

Amy Cuddy, psicóloga social experta en dinámicas de poder afirma que cuando te sientes orgullosa tu cuerpo y postura lo demuestras al instante haciéndote grande, y por el contrario, cuando te sientes avergonzada o derrotada, te haces pequeña.

Según los estudios de Cuddy, una fórmula eficaz para verte y sentirte confiada comienza con tu cuerpo, porque cuando modificas tu postura corporal durante 3 minutos eres capaz de aumentar tu testosterona hormona asociada a las conductas de dominancia y además, reducir el cortisol hormona asociada al estrés y a conductas sumisas. 

Yo lo he verificado y por ello te animo a que lo compruebes por ti misma.

Postura de confianza

– Tomas el espacio.

– Estás cómoda y relajada.

– Cabeza en alto y los hombros relajados y hacia a atrás.

Postura de falta de confianza

– Ocupas el espacio.

– Te haces pequeña.

– Hombros encogidos, mentón hacia el pecho, mirada hacia abajo.

2. Proyecta tu voz

Ahora que ya sabes cómo verte confiada, ¿suenas confiada?

Tu voz debe proyectar confianza al hablar con los demás.

Puedes hacer este ejercicio infalible para que notes los cambios en tu voz. Y va así:

Graba en tu móvil 5 formas diferentes al decir “hola». Hazlo con tu voz:

  1. Normal
  2. Alegre
  3. Triste
  4. Confiada (postura de autoconfianza incluida)
  5. Enfadada

Luego escucha el audio y nota como suenas, sorprendente no?

¿cuál de tus voces te ha gustado más?, ¿a cuál de tus «voces» le hablarías o harías un negocio con ella?

Este ejercicio es muy poderoso, ya que te darás cuenta de que tu estado de ánimo se puede percibir.

No tengo dudas de que lo tendrás en cuenta cada vez que digas «hola»

3. Camina confiada

Podrías apostar a que cuando te sientes feliz y confiada caminas con vitalidad e incluso con algún “rebote”.

Y por el contrario, cuando sientes que te falta autoconfianza tu postura corporal colapsa y arrastras los pies mientras miras al suelo.

Tu forma de caminar proyecta tu autoconfianza. La manera en que caminas tiene un fuerte impacto en tu confianza.

¿Quieres comprobarlo?

Te propongo un ejercicio muy simple que además te servirá para desconectar y tomar aire.

Camina y compara el efecto que tiene en ti las diferentes posturas.

Primero camina como si estuvieses triste o en una edad muy avanzada durante 3 minutos.

Luego pasa unos minutos caminando como la mujer confiada y segura que quieres ser.

Mantén un ligero rebote, mueve las piernas desde las caderas, balancea tus brazos, mira a tu alrededor y por encima de ti en lugar de al suelo.

¿Notas el impacto en tu sensación de confianza?

Haz de este nuevo estilo al caminar algo natural en ti.

4. Encuentra un referente

¿Conoces a alguien que proyecte confianza? ¿Quizás una amiga, compañero o el  personaje de tu peli favorita?

Un referente te permitirá analizar su forma de hablar, caminar, pararse, vestir o quizás puedes hablar directamente con ella y explorar que es aquello que tanto te inspira y quieres desarrollar en ti.

Si ahora mismo no tienes ninguno, fíjate en alguien que cuente con las siguientes cualidades:

– Demuestra confianza y liderazgo.
– Es auténtica.
– Interactúa con todas las personas.
– Es respetuosa y considerada con los demás.
– Está actualizada y bien informada.
– Es humilde y no tiene problemas en mostrar sus debilidades y errores.

Un modelo a seguir te servirá para ver fuera lo que quieres desarrollar en ti.

5. Sube el vólumen de tu autoconfianza 

¿Sabías que la música cambia tu estado de ánimo de forma instantánea?

Seguro que sí.

Y si no me crees, ya sabes, compruébalo por ti misma.

¿Cuál es esa canción que hace que sientas que te puedes comer el mundo?

Elige una canción que te conecte con momentos en que te hayas sentido confiada y el cambio de estado será aún más potente.

Si quieres un beneficio adicional, canta en voz alta, ya que es una manera de bloquear tu diálogo interno, ideal para sacudirte de los pensamientos negativos.

¿El tarareo tiene los mismos beneficios? Sí. No es tan poderoso como el canto, pero es  una buena opción.

6. Cambia tus pensamientos y cambiará tu vida

Exite evidencia científica que ha determinado que podemos llegar a tener alrededor de unos 60.000 pensamientos diarios, 94 % de estos pensamientos son repetitivos (hechos y vivencias del pasado) y el 80 % son negativos.

Es decir que tus pensamientos determinan casi todos los aspectos de tu vida. Por lo que, si tus pensamientos son de inseguridad y desmotivación es prácticamente imposible que pienses y te sientas confiada.

Entonces, ¿cómo cambiar tus pensamientos?

Lo ideal es que trabajes con un Coach que te ayude a identificar y trabajar tus pensamientos o creencias limitantes y con ello alcanzar tus objetivos.

Si haces este trabajo sola, te recomiendo que tengas un diario personal para registrar lo que te sucede, lo que piensas y sientes de manera que puedas visualizar con perspectiva.

Por ejemplo: Escribe 3 creencias o pensamientos que te estén limitando y ve a los hechos concretos:

Ejemplo: “No soy lo suficientemente experta para conseguir ese puesto de trabajo”

Explora y cuestiona estas “verdades”:

¿De dónde viene esa creencia?

¿Lo crees porque quizás alguien te dijo que no estás preparada o que jamás podrías ser exitosa?

¿Son hechos o suposiciones?

¿A qué se debe que le des crédito?

Y lo más importante, ¿esa creencia, es cierta?

Comienza por explorar, cuestionar y verificar si tus pensamientos o creencias son ciertas o no y verifica si estas te están ayudando o limitando en el logro de tus objetivos.

Cuando te das cuenta de que tus creencias no son ciertas, recién ahí experimentas la toma de conciencia, la cual es la llave para avanzar.

7. Disminuye el hábito de compararte con los demás

¿Cuánto tiempo de tu día a día puedes encontrarte en tus redes sociales mirando la vida de otros y pensando “¿por qué yo no podré tener unas vacaciones tan espectaculares, un trabajo tan genial, una pareja tan perfecta?» Olvidando por completo de que detrás de Internet no hay nada perfecto.

Las redes sociales son divertidas e inspiradoras si las usas con moderación y perspectiva, pero si no lo haces, te puedes acostumbrar a compararte con los demás sin ser consciente de lo tóxico que puede resultar este hábito, haciendo que te sientas frustrada e insegura y pierdas la confianza en ti misma.

Si has llegado hasta aquí, sabrás que la autoconfianza es clave para lograr tus objetivos. Por lo que disminuir el hábito de compararte con los demás es un “must”.

¿Qué puedes hacer para disminuir el hábito de compararte con los demás?

Ten un diario personal donde puedas registrar lo que piensas, sientes o cómo te comportas.

  1. Identifica la situación: ¿Qué hace que te compares con los demás? ¿En qué situaciones te comparas con los demás? ¿qué lo gatilla?
  2. Toma consciencia de cómo te sientes ante esa comparación. ¿Qué sientes? ¿envidia, frustración, desesperanza? ¿qué emociones o sentimientos emergen?
  3. Pensamientos y creencias: ¿Qué pensamientos pasan por tu cabeza cuando te sientes frustrada, enfadada?¿cuál es la historia que te cuentas en ese momento? ¿hasta que punto te juzgas a ti o a los demás?

Este trabajo te permite conocerte un poco más y tener la capacidad de elegir tu actitud ante situaciones que gatillen tu hábito de compararte con los demás.

Mantén el foco en tus objetivos valorando tus progresos y los obstáculos superados.

Reconoce tu talento y ponlo al servicio de los demás, brilla con luz propia.

El camino hacia la autoconfianza está en tus manos, puedes desarrollarla, trabajando en áreas especificas para tu desarrollo personal y profesional.
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