¿Quieres que te escuchen? exprésate así

Imagina que aumentas tu capacidad para influir, ser escuchada y respetada.

Que al comunicar tus ideas y opiniones los demás te escuchan atentamente mientras tú proyectas confianza y seguridad.

Además, produces un impacto positivo en tu relación con los demás y quieren apoyarte, trabajar contigo y seguir tus recomendaciones.

Quiero decirte que esto es totalmente posible si desarrollas tus habilidades de comunicación.

¿Te escuchan?

Cuéntame en los comentarios si te ha pasado alguna vez lo siguiente:

  • Estás en una conversación y no te dejan acabar las frases.
  • Estás diciendo algo y la otra persona empieza a hablar encima de ti.
  • Un compañero expone con éxito un tema que tu manejas muchísimo mejor pero a ti, ¡no te escuchan!

Si te ha sucedido, déjame decirte algo:

Puedes tener unas ideas increíbles o ser una crack en tu área, pero si no sabes comunicar, es decir, despertar interés, crear empatía o incentivar a la acción, no te escucharán. 

Por lo tanto, si quieres que te escuchen: exprésate con asertividad.

 

Estoy segura de que quieres ser un buen líder y para ello, primero debes aprender a ser una buena comunicadora.

Acá te entrego 4 claves de la comunicación asertiva para conseguir que te escuchen:

1. HABLA EN PRIMERA PERSONA
Habla desde ti ya que de esta manera te haces responsable por lo que piensas y sientes reconociendo que tus creencias y opiniones no son la verdad absoluta, sino tu forma de interpretar la realidad. Esto lo cambia todo y hará que la otra persona esté más receptiva para escucharte.

Cuando comienzas las frases con un “tú” puede parecer acusatorio y la otra persona se pondrá a la defensiva. Si por el contrario, hablas desde ti, la otra persona puede que esté más receptiva a escuchar.

Por ejemplo, en vez de decir: 

Tú tienes que gestionar mejor el tiempo”.

Puedes decir: 

✔️ A mí me gustaría que gestionaras mejor tu tiempo”.

2.DESCRIBE LOS HECHOS SIN JUZGAR

Separa tus observaciones de tus evaluaciones, una cosa es lo que es y otra es lo que tú ves.

Para conseguirlo describe lo que ha ocurrido sin emitir ningún juicio de valor, simplemente explicando de la forma más objetiva posible lo que has observado. 

Cuando juzgas, corres el riesgo de que, si la otra persona percibe que estás emitiendo un juicio sobre lo que es bueno o es malo, no esté de acuerdo contigo y deje de escucharte inmediatamente.

Cuando describes lo que observas de forma objetiva, es decir,  sin añadir tu evaluación personal, aumentarás las probabilidades de que te escuchen y evitarás que la otra persona se ponga a la defensiva.

Por ejemplo, en vez de decir: 

❌ La reunión comenzó tarde por culpa de la incompetencia del jefe del equipo.

Puedes decir: 

✔️ La reunión comenzó 10 minutos más tarde.

¡Dime si esta manera no lo cambia todo!

3.EXPRESA COMO TE SIENTES
Acá toca responsabilizarte por lo que sientes.

Expresa tus sentimientos sin culpar a otros por tus reacciones emocionales. 

Puedes sentir lo que sea, esto es una realidad que no admite discusión. 

El problema está en limitarte a juzgar qué hacen mal los otros y creer o dar a entender que los demás son los responsables o han provocado tu reacción.

Cuando culpas a los demás por tus emociones (aquellas que no te gustan) se sentirán atacadas y reaccionarán a la defensiva.

Por ejemplo, en vez de decir:

❌“Es que tú me dejas sola con toda la responsabilidad”

Puedes decir:

✔️“Cuando no vas a las reuniones de directorio conmigo, yo me siento sola”

Puedes describir tus sensaciones en lugar de explicar tus pensamientos o interpretaciones de los actos de los demás. 

Por ejemplo: 

✔️“Me aburro” describe como te sientes, mientras que ❌“siento que pasas de mi” es una interpretación de los sentimientos de la otra persona, y como tal puedes estar equivocada. 

Mi recomendación es que evites dar a entender que hay algo incorrecto en la otra persona. Solo así conseguirás que empaticen contigo y empiecen a respetar tus necesidades.

4. HAZ UNA PROPUESTA CONCRETA.

¿A quién no le gusta escuchar propuestas asertivas?

Una propuesta es mejor que una imposición.

Cuando comunicas de una manera en que la otra persona se sienta seducida por tu propuesta, por lo menos la tendrá en consideración.

No imponer, sino proponer es la regla.

Por ejemplo:

«La propuesta de Angela es genial, hay que verla» es una afirmación que alguien a quien no le haya gustado la propuesta podría discutirte o ignorar.

Sin embargo, «La propuesta de Angela me hizo reflexionar mucho, te recomiendo que la mires” es indiscutible, ya que nadie puede negarte que la propuesta te hizo reflexionar, ¿cierto?

Recuerda que cuando te expresas de manera asertiva será más fácil que los demás empaticen contigo, quieran escucharte, llegar a acuerdos o trabajar contigo.

Si además explicas cuáles son tus necesidades, conseguirás que las personas se pongan en tu piel y conecten emocionalmente contigo.

Ser una buena comunicadora es fundamental si quieres ser un buen líder.

Si quieres mejorar tus habilidades de comunicación, contáctame para una sesión de valoración gratuita.

Espero que este post que he escrito especialmente para ti, te ayude a mejorar tus habilidades de comunicación.

¡Cuéntame en los comentarios! 

Else